domingo, 26 de mayo de 2013

Cameranos en Zafra


Los cameranos eran un grupo de ganaderos de la Sierra de Cameros en la comunidad de La Rioja, que se asentó en la ciudad de Zafra desde el siglo XVI y que controlaron durante más de dos siglos su comercio y los cargos concejiles.

Así, desde los últimos años del siglo XVII y primeros del XVIII, se fue asentando en Zafra  la numerosa colonia de aquellos emigrantes, que desde la Tierra de Cameros (comarca natural de Logroño y cuya iglesia dependía del obispado de Calahorra), se trasladaban a nuestra población, unos como ganaderos y otros como mercaderes o comerciantes, en busca de una mejor posición y estado social.

Mapa de la comarca de la Tierra de Cameros.

Para poder lograr esas codiciadas mejoras, con la que la sociedad de entonces distinguía a los hijosdalgos y descendientes de la nobleza, muchos de ellos intentaron y consiguieron de las Reales Chancillerías unas valiosas ejecutorias de hidalguía, que les facilitaba grandemente ese camino hacia la total exención de tributos y pechos, así como les ponía más fácil el acceso a los cargos concejiles de aquellas poblaciones, algunas muy importantes de nuestra región (Extremadura) a las que ellos llegaban y determinaban como meta de su emigración.

Los principales cameranos que vinieron a Zafra estaban distinguidos y calificados con la identidad noble y social de "diviseros del Solar de Tejada" y pertenecían a una serie de familias y linajes que se entroncaban entre sí en aquellas tierras logroñesas y que traían su origen geográfico desde las poblaciones de Torrecilla de Cameros, Villoslada, Villanueva, Lumbreras, Pajares, Muro de Cameros, San Román de Cameros, Ortigosa y Nieva de Cameros, por citar a las localidades de las que se tiene constancia de ser el lugar de partida más común de estas familias llegadas a Zafra. 

Estos hombres, en su mayoría, se establecen en Zafra como comerciantes, aprovechando la tradición mercantil de la Villa, de gran florecimiento en años anteriores, pero que estaba pasando por una gran crisis económica, debida a los inconvenientes  de su cercanía al espacio donde se desarrollaban las guerras de Secesión con Portugal, y durante las cuales, Zafra se constituyó como un importante enclave y lugar de guarnición de tropas que, en cierto modo por su prolongada estancia y sus exigencias necesarias, esquilmaron los recursos vitales de la población.

Al encontrase los cameranos fuera de su tierra natal, uno de los lazos que más les unía a todos era el recuerdo de sus arraigadas tradiciones religiosas de aquella comarca, simbolizadas en la devoción a la Patrona de la Tierra de Cameros, la Virgen de Valvanera, una devota imagen venerada en un monasterio cercano a la Sierra de la Demanda. Por esta sencilla razón, una vez establecidos en Zafra como colectivo unido y poderoso, determinaron adquirir una imagen de dicha advocación mariana y levantar un retablo, o capilla, para su culto y veneración.

Retablo de la Valvanera en la Iglesia de la Candelaria.
Hay que resaltar el esfuerzo y la devoción de este gremio de mercaderes zafrenses procedentes de La Rioja, ya que gracias a ellos tenemos una de las más bellas muestras de arte barroco en la región que es este retablo de la virgen de la Valvanera, que se conserva en la Iglesia de la Candelaria y cuyo autor es Juan Ramos de Castro, natural de Jerez de los Caballeros.

Avenida de los Cameranos (Zafra)



Otro testimonio que perdura en nuestra ciudad de este gremio es la Avenida de los Cameranos. 

lunes, 20 de mayo de 2013

La portada del Hospital de Santiago



Indicación al hospital tapada por una tontería.
Al fondo de una calle sin salida, entre la calle de Santa Catalina y la plaza Grande, se encuentra el Hospital de Santiago, al final de la calle con el mismo nombre. Para mí, hasta este momento invisible porque como se puede ver en la foto casi siempre está tapado por coches. 

Fui a visitar el hospital una tarde de mayo con altas temperaturas.

El hospital también tapado.



El hospital de Santiago fue la primera residencia de los duques de Feria hasta que se mudaron al Alcázar. Originalmente se llamó de Nuestra Señora de la Anunciación y así entre 1443 y 1446 la antigua casa solariega de la familia fue convertida por Don Lorenzo Suárez de Figueroa en casa "al servicio de Dios y acogimiento de los pobres".



Portada del Hospital de Santiago.





La portada es muy peculiar y tiene bastante interés arquitectónico. Se trata de una obra de sillería con puerta flanqueada por dos pilares góticos de sección poligonal, con remate floreado hasta la cornisa. La puerta, con un arco carpanel se cobija bajo alfiz y entre éste y la puerta propiamente dicha aparece una rica decoración de tallos entrelazados. 








Hornacina con fresco.




Sobre la puerta, en la parte superior, podemos ver una hornacina de arco conopial enmarcada por dos baquetones que se prolongan en forma de serpiente hasta el suelo. La hornacina que está cerrada con un cristal, como puede verse en la foto por los reflejos, alberga un fresco de estilo italianizante; se trata de una representación de la Anunciación, con una estilizada figura de ángel que señala el rayo de luz del Espíritu Santo que ilumina a la Virgen. 






Decoración sobre la puerta.


Entre el arco carpanel de la puerta y la hornacina puede verse la rica decoración de tallos entrelazados con una especie de concha en el centro. Esta misma decoración continúa a ambos lados de la puerta hasta el suelo. 




Yo en la portada del Hospital de Santiago.


 Como puede verse en la inscripción: 

HOSPITAL DE LA SALUTACIÓN O SANTIAGO FUNDADO EN EL SIGLO xv POR LOS CONDES DE FERIA PARA ENFERMOS POBRES DE LA POBLACIÓN. PRIMERA RESIDENCIA EN ZAFRA DE LOS SUÁREZ DE FIGUEROA.


Me ha parecido un poco raro este trabajo, porque siendo un testimonio  importante de la historia del pueblo, está tapado por un montón de coches y además que no es nada conocido, al menos para mí no lo era, pero me ha parecido interesante y sorprendente por la riqueza de la portada.




Un antiguo convento desamortizado


La desamortización fue un largo proceso económico, histórico y social iniciado a finales del siglo XVIII por Godoy y que continuó hasta bien entrado el siglo XX. Este proceso se convirtió en la principal arma política con la que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen para implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX y consistía en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían vender y que se encontraban en poder de la Iglesia Católica o las órdenes religiosas, que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones y testamentos.

La casa consistorial de Zafra situada en la plaza del Pilar Redondo, es un ejemplo de convento desamortizado. Se trata de un palacio que en el primer cuarto del siglo XVI edificara don García de Toledo y Figueroa y que poseía el privilegio de tener una tribuna a la iglesia de la Candelaria con la que lindaba. En 1600 las monjas Terciarias del Convento de la Cruz de Cristo extramuros, fundado por María de la Cruz, compraron este edificio, que era una de las mejores casas de Zafra quizás la mejor tras el Alcázar, para nuevo monasterio de la orden. Allí estuvieron las Terciarias de la Cruz hasta la desamortización de Mendizábal en 1836. Poco después el edificio se cedió para escuelas públicas y luego fue ocupado por las dependencias municipales y así es como ha llegado hasta nuestros días siendo el ayuntamiento. 

Con toda esta información que recogí, fui a visitar el ayuntamiento de Zafra con mi madre, que como he dicho antes es un convento desamortizado. 


Entrada al ayuntamiento.



En la entrada se puede observar la puerta y las cuatro banderas que nos representan, la bandera de Zafra, la bandera de Extremadura, la bandera de España y la bandera de la UE (Unión Europea)







Yo en la puerta del ayuntamiento.







A la entrada hay una gran puerta que parece bastante antigua y supongo que pudo ser la puerta del convento. Tras ella se encuentra la verja que da acceso al patio porticado. Entre las dos y a la derecha está el puesto de guardia donde están los policías.
     



El patio porticado.

Después de pasar la verja, hay un patio porticado con una fuente octogonal en el centro. El claustro es una construcción sencilla y elegante en dos niveles, el primero formado por una galería de arcos rebajados que descansan sobre columnas toscanas y el segundo es idéntico pero con un pasamanos de hierro.





Las escaleras de granito.


A la derecha del patio, hay unas escaleras de granito antiguas, que están muy deterioradas. Deben ser las escaleras originales del convento. 














Subiendo por estas escaleras se puede ver una foto aérea de Zafra y la puerta que hay a su izquierda es el archivo histórico municipal. El techo está cubierto por vigas de maderas y así es todo el techo de la planta alta.













Las obras del ayuntamiento.




En el piso de arriba se puede observar que hay algunas obras, ya que al ser un edificio antiguo debe necesitar reparaciones constantemente.







Yo con las banderas.

En esta foto se puede observar que estoy yo dentro de la alcaldía con las cuatro banderas. Tuvimos mucha suerte porque estábamos mi madre y yo sacando fotos, y vimos a la secretaria de la alcaldesa, llamada Inés Moriche, madre de una alumna de primero de la ESO que se ofreció a  abrirnos la puerta de la alcaldía.




El salón de plenos.


Después llamó a Charo, la policía que estaba en el puesto de guardia, para que nos abriese el salón de plenos que es el sitio donde se toman las decisiones importantes del pueblo. Casualmente el marido de Charo fue compañero de Francés de mi madre y mi padre en Llerena. Se puede observar una foto del rey Don Juan Carlos y otra vez las cuatro banderas.



Vista del campanario de la Candelaria desde el ayuntamiento.

Sinceramente esta entrada ha sido una de las que más me han gustado. Me lo he pasado muy bien haciendo el trabajo. Quería también darles las gracias a Inés la secretaria y a Charo la policía por dejarnos entrar en la alcaldía y en el salón de plenos ya que sin  ellas, no hubiera podido hacer tan bien este trabajo. Y también a mi madre que me acompañó.